Un contador de BPM es un dispositivo (muchos mezcladores y plataformas digitales tienen uno incorporado) que mide automáticamente el tempo de una pista.
Desde que los contadores BPM se generalizaron, los DJ principiantes comenzaron a hacer la misma pregunta: «¿Por qué molestarse en aprender a tocar de oído, si mi Pioneer CDJ / Traktor / Software o mezclador tiene el tempo del disco disponible en la pantalla?»
En este artículo, te contamos por qué es importante mezclar a la old school.
Los contadores de BPM no están disponibles en todas partes. Para empezar, no todos los clubes están equipados con decks compatibles con BPM o un mezclador. Además, la realidad es tal, que probablemente comiences tu carrera pasando música en un lugar no tan glamoroso como un café o un pub. Tales lugares, probablemente no estén dispuestos a gastar grandes cantidades de dinero en equipos de DJ, por lo que a menudo se espera una configuración de «un par de reproductores de CD básicos más un mezclador de dos canales».
Imagina esto. Compras tus primeros decks, más un mezclador y rápidamente descubres que no se aprende a mezclar en un día. Después de un tiempo, te das por vencido y te confías en los contadores de BPM de tus cdjs. Hasta aquí todo bien. En unos pocos meses, grabas un mixtape de calidad y lo envías a clubes. Un gerente de club, escucha tu mix y te llama a mezclar en su club y aquí viene el tema…
¿Qué pasa si en el club, por política o por lo que sea, no hay contadores de BPM en el set up? Vas a perder una oportunidad como esa simplemente porque tu técnica descansa sobre la tecnología.
Hay que estar atento a ese tipo de situaciones, y si en un determinado momento la tecnología no te acompaña, si te acompañarán tus habilidades cultivadas en el rigor y la disciplina. Eso, nadie te lo quitará.